jueves, 1 de noviembre de 2012

Reflexión: Día de Todos los Santos y Difuntos


   Pensando en el día de "todos los santos" y qué decir, lo primero que se me ha venido a la mente es:
 ¿por qué es de todos los santos? 
¿No tiene cada uno su efeméride en el santoral? 
¿Entonces por qué se repite?
 No sé si alguna vez lo he sabido, ahora no lo recuerdo.
Este y el de los difuntos es el tiempo de las flores de todos los colores y formas, las mejores sin reparar en gastos porque hay que adornarlas bien, que parezca un jardín. Como es festivo se coloca uno sus mejores galas y a pasearse por el cementerio. Una vez allí vas contemplando como la tiene fulanito y esa mira qué pena la familia ni se ha molestado en venir, vamos que hasta  hay  tiempo de hacer alguna que otra crítica. 
Pero cuando todo pasa, las flores languidecen y no quedan más que las plastificadas que no se estropean, el recinto pasa de ser un arco iris a un lugar con luces y sombras. Hablando de luces, en algunos pueblos esos días se cuelgan bombillas en los nichos  y las lapidas, produciendo la impresión de casi una feria, costumbres de este nuestro país.
De niña iba al cementerio a pasear con las monjas y mis compañera, comíamos castañas y correteábamos entre las lapidas. Alguna vez nos paraban delante de alguna para rezar. Entonces estos días eran de fiesta pues te quitabas de las clases, ibas de paseo... casi un jolgorio, la inocencia de la niñez.
Llega la juventud, pasan los años y todo eso queda atrás, vuelves la espalda a ese lugar, dejas de ir pues te pilla de lejos y esas cosas no van contigo.

Un día te ves de pronto aterrizando de nuevo allí con un sentir diferente. Donde antes había risas aquí se han convertido en lágrimas, la percepción de ese espacio ya no es la misma, ahora empiezas a ver que gente querida por ti descansan ya en este campo sacro santo. Vas más a menudo de lo que quisieras y si te paras y piensas... también nuestro destino.

Pero lo que sí puedo afirmar es que la tranquilidad y la paz están garantizadas, que sirve incluso de recogimiento para alguna oración y si hablas, nadie te responde, es el lugar idóneo para verter tus sentimientos, no te sientes observado. 

Casi tengo que empezar ya a pensar si quiero un apartamento en este remanso de paz o que mis cenizas sean esparcidas por esos lugares que amo. La realidad de la vida es que va aparejada a la muerte indefectiblemente y que si quedamos en el recuerdo de unos pocos, podemos pensar que nuestra vida ha sido un éxito porque el tiempo acaba borrando y barriendo todo.

Ahora lo acabo de ver, se celebra el día de la parca (dicho poético muerte, cesación de la vida-)

4 comentarios:

  1. Bonita reflexión.
    Me siento identificada con esta frase:

    "Llega la juventud, pasan los años y todo eso queda atrás, vuelves la espalda a ese lugar, dejas de ir pues te pilla de lejos y esas cosas no van contigo."

    besos :)

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  2. Antes visitaba los cementerios en las ciudades grandes, porque la arquitectura de los sepulcros es magnífica.
    Pero jamás iría a un cementerio donde tengo enterrada a gente mía. Es demasiado doloroso.
    Besotes reflexivos.

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  3. Me gusta la quietud y la paz del cementerio pero como bien me han enseñado de pequeña y ahora de mayor lo tengo mas que sabido es que no solo en este dia se debe la gente acordar de sus fallecidos, lo tienen que hacer los 364 dias restantes.
    En Irlanda cuando estuve visite todos los cementerios habidos y por haber en Paris lo mismo...ver como en cada lugar son diferentes pero al mismo tiempo son iguales

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  4. Es una reflexión que te hace pensar mucho, pues…’’ llega la juventud, pasan los años y todo queda atrás’’ y llegas a ser consciente de la realidad, que la vida pasa y cada vez estamos más cerca de la meta. Es muy bonita y trascendente, enhorabuena.

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